LA EMPA ES UNA SOLA
(Recuerdos de una fiesta inolvidable)
8 de octubre de 2015
Finalmente llegó el día esperado por toda la comunidad educativa de la EMPA. A eso de las 2 de la tarde, una caravana de estudiantes, docentes y directivos comenzó a marchar desde las sedes Mitre y Belgrano, con atril en mano y con la bandera del CEEMPA comandando la caminata. La primera parada fue en la vieja sede de Italia, donde ex alumnos hablaron de la precariedad y también de la mística combativa de ese espacio. Luego la caravana se dirigió directo a una utopía, a un sueño, al tan anhelado Edificio Nuevo. Nadie entendía mucho la situación: los vecinos de avellaneda no entendían que el CEEMPA salga con su bandera a festejar, en vez de a cortar la calle, y la caravana marchaba feliz porque el anhelado día había llegado. Y así fue. Tras la bandera que flameaba victoriosa, la gente rió, gritó, cantó y lloró de emoción, al ver al monumental Edificio. "Escuela de Música Popular Avellaneda", decía el cartel plateado.
Sí, el día había llegado.
A las 15hs comenzó el festival organizado por el centro de estudiantes con el himno nacional a cargo de Ivan Cortez, luego Claudio Ceccoli (uno de los primeros egresados de la escuela) nos deleitó con su guitarra, para darle lugar al dúo Fain-Mantega que emocionó a más de uno. A las 17hs el Acto Principal fue de una emoción desbordante, escuchar la historia de la EMPA, su lucha, sus frustraciones. Casi 30 años han tenido que pasar para que la música popular y su enseñanza tengan por fin el espacio que merecían.
Pero hoy es una realidad. Y ese edificio no fue un regalo de nadie: fue que finalmente se hizo Justicia. Y esa Justicia se hizo por una lucha organizada que tuvo como punta de lanza al CEEMPA. Cada vez que fue desoído, al CEEMPA no le tembló el pulso para salir a la calle a luchar. Pero llegó un día en que finalmente alguien nos abrió las puertas: el intendente de Avellaneda Jorge Ferraresi. Y fue el primer funcionario que reconoció como legítima nuestra lucha, y nos acompañó y apoyó de manera fundamental.
Y pensar que la EMPA nació de abajo, del barro, de la necesidad de cuidar nuestra cultura, de la necesidad de asegurar que nuestra música no sea Nunca Más avasallada por los países dominantes y la lógica puramente comercial del capitalismo. Hoy ese plan está en marcha, y el destino ya no va a desviarse. La Música Popular tiene su lugar de aprendizaje. La batalla cultural finalmente inclinó la balanza para el lado de Latinoamérica.
Luego el recorrido por el Edificio fue épico, años de espera se fundieron con emotivos abrazos y caras sonrientes, Alegría, de la más sincera desbordó a los asistentes.
Luego, Gabriel Tissera, La siniestra, El dúo Lacruz-Heller junto a Alejandro Guyot y Ana Sofía Stamponi, las Orquestas de jazz, Tango y Folklore de la EMPA y finalmente La Delio Valdez fueron el marco de una fiesta inolvidable.
Desde la conducción del CEEMPA (Agrupación Aníbal Troilo) agradecemos a todos los grupos que tocaron, a todos los compañeros de la EMPA que filmaron, sacaron fotos y ayudaron con los instrumentos, a los bunkeros que están y estuvieron a full con el sonido, a la Municipalidad por el edificio, el sonido y el escenario. A todos y todas los que inundaron las inmediaciones del edificio con alegría y emoción con la calidad que caracteriza a la comunidad de la EMPA.
Compañeros y compañeras queremos agredecer a toda la comunidad educativa por seguir acompañándonos, y el reconocimiento del estudiantado por haber llevado esta lucha, nos da fuerzas y seguridad para saber que también estaremos a la altura de esta nueva etapa que se viene.
Esto es apenas el comienzo: vamos por una EMPA cada día mejor!